DE SERVIDOR PÚBLICO A MILLONARIO
Boletín N° 131
16 de Agosto 2025
En el año 2020, Lizandro L. trabajaba como guardia de seguridad en el Ministerio de Gobierno. En muy poco tiempo pasó de ser un funcionario público a un presunto delincuente. Hoy, la pregunta que todos debemos hacernos es: ¿cuándo ocurrió todo esto?
¿Cómo alguien con un sueldo promedio, como cualquier ecuatoriano, pasó a tener una narco mansión en tan poco tiempo? Una casa de al menos tres pisos, llena de lujos,
paredes de mármol, varias cocinas, bar, salón de juegos, mesas de billar, espacios de recreación y dormitorios de lujo, son parte de los hallazgos encontrados en un estilo de
ostentación sin medida.
La casa estaba llena de arte y cuadros de narcotraficantes históricos como Pablo Escobar, Joaquín “El Chapo” Guzmán y otros personajes relacionados con la narcocultura. Dentro de la vivienda también se encontraron armas, municiones y credenciales que lo vinculaban con su pasado laboral.
El contraste es evidente y deja más preguntas que respuestas: ¿de dónde salió tanto lujo?
La problemática quedó al descubierto gracias a la Operación Gran Escala, liderada por el Bloque de Seguridad y las Fuerzas Armadas, cuya finalidad fue atacar a la delincuencia responsable de los crímenes más atroces en la provincia de Los Ríos. En una operación militar que empezó cerca de las 03:00 de este viernes 15 de agosto, y en la que participaron alrededor de 300 efectivos, se logró además la aprehensión de dos presuntos delincuentes: Edgar G., alias “Cojo”, y Joffre C., alias “Mocho”, miembros del Grupo de Delincuencia Organizado “Los Lobos”.
En esta misma operación se logró la liberación de un transportista secuestrado desde el día anterior, retenido por la misma estructura criminal, que exigía 200 mil dólares a su familia para su liberación.
Esta es la lucha que hemos decidido no parar y por la que necesitamos el apoyo de todo un país, pues este es el clamor ciudadano: atacar a los criminales para velar por su paz.
Nuestra causa es clara: defender a los ecuatorianos.
El mensaje a los delincuentes es contundente: TODOS TERMINARÁN EN LA CÁRCEL O EL INFIERNO.
Más que una promesa, es una certeza. Por ello, esperamos que la justicia haga su parte.