EL TRÁFICO DE COMBUSTIBLE ES CONSIDERADO LA TERCERA AMENAZA DEL ESTADO EN ECUADOR
Boletín N° 145
2 de Octubre 2025
Conoce cómo opera esta estructura criminal por un oficial de Fuerzas Armadas
El tráfico ilícito de combustibles se ha consolidado como la tercera mayor amenaza de seguridad para el Estado ecuatoriano. Esta actividad ilegal, que genera millonarias ganancias a las mafias, está directamente vinculada al narcotráfico, la minería ilegal y otras economías criminales.
Un oficial del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, experto en temas hidrocarburíferos, explicó que “el robo de combustible les genera una alta rentabilidad, ya que sustraen combustible, pero es comercializado al mismo precio que lo tienen en el mercado”. Este recurso robado no solo termina en manos del crimen organizado, sino también en comercializadoras legales. “Tenemos la información clara de que este combustible sustraído es entregado en gran cantidad a las gasolineras del país. Es fácil detectarlo: cuando reciben más combustible del cupo mensual asignado por la ARCH, sabemos que existe un ingreso ilícito”, puntualizó.
El coronel añadió que este combustible es empleado en múltiples frentes ilícitos. “También es utilizado en el traslado de drogas en altamar, donde necesitan grandes volúmenes para reabastecerse; en el contrabando con países fronterizos, donde el precio es mucho más alto; y en actividades clandestinas donde el dinero se mueve en efectivo, sin cuentas bancarias, para evitar la trazabilidad”. En zonas fronterizas, el combustible de contrabando es evidente: pese a tener un parque automotor reducido, las gasolineras despachan volúmenes muy superiores a lo que deberían.
La estructura criminal detrás de este delito es amplia y organizada. “Los conductores y sus medios son parte del sistema ilegal. Desde quienes realizan las perforaciones, hasta los que transportan y entregan el combustible, forman parte de la red. Incluso los mismos tanqueros autorizados, con sus guías de remisión válidas por 24 a 48 horas, pueden aprovechar ese tiempo para mover combustible ilícito bajo apariencia de legalidad”, explicó el oficial. El combustible, dijo, “no demora en ser entregado, porque ya saben exactamente a dónde debe ir”.
Los principales grupos de delincuencia organizada que operan en este negocio ilícito son seis: Los Lobos, Los Choneros, Los Comandos de Frontera, el Ejército de Liberación Nacional, el Frente Oliver Sinisterra y los Latin Kings. Estas organizaciones, señaló el coronel, “tienen tentáculos en minería ilegal, hidrocarburos, tráfico de armas, municiones y explosivos; lógicamente están relacionados con la violencia interna del país, muertes violentas y sicariatos”. Además, advirtió que esta red se sostiene con complicidad de ciertos funcionarios públicos y cierto sector político “que permiten estas actividades, ya sea por intimidación o por pago de coimas”.
En lo que va del 2025, las Fuerzas Armadas han ejecutado 34.215 operaciones militares contra el tráfico de combustibles, logrando incautar 1’009.433 galones, destruir 1.101 acoples clandestinos y causar una afectación económica superior a 21,5 millones de dólares a las mafias. Solo en las últimas dos semanas, desde el 16 de septiembre, se realizaron 3.360 operaciones que permitieron decomisar 34.265 galones.
Las provincias con mayor incidencia de este delito son Orellana, Guayas, Sucumbíos, Santo Domingo, Santa Elena, Esmeraldas y Manabí, donde se concentra gran parte del despliegue militar. “Los recursos que se pierden por las perforaciones clandestinas y la sustracción de combustible son dinero que debería regresar al pueblo en educación, salud y obras. Por eso, al equiparar el costo del combustible con los países vecinos, evitamos en gran medida el contrabando y debilitamos la economía criminal”, enfatizó el coronel.
El Gobierno del presidente Daniel Noboa Azin y el Ministerio de Defensa Nacional, liderado por el ministro Gian Carlo Loffredo, ratifican que la lucha contra el tráfico de combustibles es clave para asfixiar financieramente a las mafias, frenar la minería ilegal y recuperar el control del territorio nacional, con la fuerza de nuestros soldados y el respaldo del Bloque de Seguridad.